sábado, 14 de junio de 2014

Cuando el Purgatorio se convirtio en Paraiso

Este sábado a las 7:30 hrs. nos reunimos en la estación de servicio Copec ubicada en Av. La Florida con Av. Trinidad. Raudos partimos hacia la entrada del Cajón de Maipo, en Las Vertientes cruzamos el Río Maipo y des-andamos un tramo de 1 Km en dirección a Pirque. Allí dejamos los autos.
Eramos en esta oportunidad 37

El día estaba nublado pero no hacia frío. Partimos caminando con gran entusiasmo.
La parte inicial de la caminata fue tierra húmeda, a medida que subíamos se veían pequeños manchones nevados. El paisaje fue cambiando poco a poco y sin darnos cuenta estábamos insertos en medio de la nieve.
Ese fue el momento. Ese fue el climax. Lo que tradicionalmente es una caminata en medio de la vegetación, larga y quizás tediosa que justifica de alguna manera el nombre del cerro, se convirtió en una espectáculo blanco, diáfano, puro, virgen, que con nuestros pasos íbamos tocando. Estábamos ingresando al Paraíso.
El andar se hizo cada vez mas lento y el trabajo de abrir huella cada vez mas arduo.
Por momento se separaban en distintos grupos buscando rutas dispersas, pero a poco andar se recordaba la lección.... "La mejor huella cuando debes andar es la nieve, el la huella que esta hecha". La aplicación de ese concepto hizo que el grupo disperso que teníamos se convirtiera en un grupo monolítico y compacto, que mas que caminar conversaba animadamente mientras unos pocos hacían turno para abrir huella.
La decisión de nuestro líder no se hizo esperar. Con esa cantidad de nieve la cumbre no era viable y se migro la energía para emprender entretenidas guerras de nieve y tener amenas conversiones. A la hora de almuerzo el grupo se dividió en dos.




Un grupo subió a unas piedras en un pequeño mirador y acompañado de unos perros que acompañaron toda la ruta disfrutaron un rico almuerzo.





El otro grupo prefirió bajar y montarse sobre el filo con vista hacia la ciudad y también sobre la nieve, protegiendo las partes posteriores de la mejor manera para no conjelarlas, comer las delicatesses portadas en las mochilas en amena
conversación.


 
Cuando ambos grupos se juntaron se hizo la tradicional foto "de cumbre" que en este caso, si bien estuvo lejos de ser cumbre, pues solo llegamos a la base de lo que es el torreón de la antecumbre, fue una cumbre mas alta que la del sábado anterior (recuerden que el sábado 6 de junio 2014 llovió, por lo que hubo foto de cumbre en la estación de servicio Copec, sin haber caminado ni un metro).

El retorno a los autos fue tranquilo, con una espectacular vista a la Sierra de Ramón completamente nevada. Poco después de las cuatro los autos se pusieron en marcha para llevarnos a nuestras respectivas casas después vivir un día en un perfecto paraíso.